La parte más difícil del día de San Valentín, para muchos, es el momento de pedirle a ese alguien especial que te acompañe a tener una tarde/noche romántica y llena de magia. Esto ocurre principalmente con mis compatriotas los hombres, pues muchas mujeres adoptan personalidad de “pesca” donde esperan a ser solicitadas y, en caso de presentarse múltiples candidatos, eligen al más conveniente o aproximado a sus deseos.
¿Cómo le demuestras a esa hermosa chica que eres su mejor opción? Hay muchas formas muy tradicionales, como las flores, los chocolates, las pulseras y collares comprados en el mercadito del domingo, etcétera. Sin embargo, los métodos no comerciales han probado ser más efectivos a lo largo del tiempo para captar la atención y el afecto de cualquier damisela de corazón puro, además de servir para despejar dudas y dejar bien claras tus intenciones. Estos métodos se destacan por ser económicos y reflejar tus sentimientos de manera profunda, pues consisten en crear algo que puede carecer de valor económico pero posee gran costo emocional.
La poesía es un método clásico para acercar tu corazón al de otra persona, y aunque a algunos les parece “pasado de moda”, la selección correcta de palabras será lo que defina si pasas el 14 de febrero viendo Netflix por tu cuenta, o “viendo” Netflix acompañado.

Como poeta, adolescente, romántico y soltero que soy, tengo un deber moral con la poesía. Debo hacerte saber, lector, que no todos los poetas son tan intensos como Bécquer, ni tan complicados como Neruda. La poesía no es una práctica arcaica, sino una que pide a gritos un nuevo movimiento que le devuelva la relevancia que merece. Y si tú tienes sentimientos reprimidos que no sabes de qué manera expresar, no tengas miedo de tomar pluma y papel y volcar tu corazón hasta que no tengas más palabras por decir. La poesía tiende a nacer de ese modo, pero no sabrás nunca si es algo que hagas con talento o si eres pésimo en ello si no lo intentas en primer lugar, dispuesto a tener éxito o fracasar con tu corazón al frente, satisfecho de antemano con saber que lo diste todo.
Una carta, una canción, un par de versos; no importa de qué manera quieras entregarle tus palabras a esa persona. Un obsequio de este tipo siempre será la mejor forma de filtrar a las “interesadas” de las chicas con sentimientos sinceros, pues sólo aquella que vea belleza en tus torpes (o tal vez no) palabras será la correcta para compartir un 14 de febrero excepcional.
No temas a hacer un poema, lector. No temas a exponer tu corazón en un papel. Después de todo, se trata de la fecha más indicada para liberar tus emociones y decir, sin ningún temor, que te gusta esa chica perfecta a la que vez cada día con anhelo y deseas tenerla a tu lado. Después de todo, eso que dicen es totalmente cierto: las chicas aman a los escritores.
O tal vez sólo estás interesado en algo casual y sin compromiso, en cuyo caso, olvídate de la poesía y compra el oso de peluche más caro que veas.
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