S O Ñ A D O R E S

Escrito por: SOFIA DELGADO 

S  O  Ñ  A  D  O   R  E  S

Qué difícil es la vida de los que se atreven a soñar,

de esos de los que su sueño es tan grande

que hasta el propio soñador tiene miedo a imaginar.

Y es que algunos se duermen y al despertar no recuerdan nada,

pero otros no despiertan hasta que la historia esté terminada.

Otros fueron despertados y su sueño se quedó a medias para nunca continuar.

¿Qué tipo de soñador estará ante nosotros en el reflejo que nos regala el espejo?

¿Sera aquel que se niega a despertar?,

¿Aquel que de largo deja todo pasar?,

¿Aquel que con emoción conto su sueño solo para que otros lo pudieran usar?

O aquel que convirtió su sueño en inquietud,

de la inquietud a la duda y paso toda una rutina del sol

tratando de pensar que estaba en sueño por continuar.

Ese que convirtió su sueño en angustia, después en determinación,

en necesidad, en trabajo, en pasión, en esclavitud.

Ese que convirtió su sueño en problema, en esperanza y en humillación.

Ese que se preguntó mil veces si valía la pena el ser un soñador.

Pero luego convirtió su sueño en idea, de idea a arte, de arte a amor.

Y el sueño cobro vida más allá de la razón de un ser despierto,

más allá de lo que se logra en cien rutinas del sol,

o contando las estrellas de toda una nación.

Y entonces el soñador frente al espejo, abrió a los ojos,

esos ojos que jamás se prohibieron el gusto de la ilusión,

ahí estaba el sueño, que había parecido tan grande y aterrador.

Ese sueño que paso de ser un reflejo, una ilusión, una intensión,

 es ahora una verdad, una pasión, una inspiración

por aquel que entre los miedos y en las noches de lo incierto,

despertó solo para ser un soñador.