Por César Puente
Un día como hoy, pero del año 2010, Jorge
Mercado y Javier Arredondo, dos jóvenes que, en palabras de sus compañeros,
maestros y padres, eran personas responsables, inteligentes y sin malicia, cuya
meta en común era superarse de manera profesional. Fueron asesinados erróneamente
por elementos del ejército mexicano, quienes los confundieron con miembros del
crimen organizado.
Jorge y Javier eran estudiantes de posgrado del
Instituto Tecnológico de Monterrey, sobresalientes en sus respectivas carreras
y comprometidos con desarrollarse profesionalmente. Pero sus aspiraciones y
cualidades fueron victimas de la denominada guerra contra el narcotráfico que
lanzó el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
Aquel fatídico 19 de marzo de 2010, Jorge y
Javier salieron tarde de sus clases en el Instituto Tecnológico, en el campus
de Monterrey y se vieron involucrados en un fuego cruzado entre el ejercito e
integrantes de la delincuencia organizada y fueron confundidos con sicarios;
por lo cual, los militares procedieron a dispararles hasta dejarles agonizando
por los impactos de las armas de fuego.
Los soldados, al percatarse de su error,
golpearon a los dos estudiantes agonizantes para, después, ejecutarlos y
alterar la escena del crimen: montaron a Jorge y Javier en una camioneta y les
acomodaron armas de alto calibre. Después de este suceso, el ejército y el
presidente acusaron a los dos jóvenes de sicarios y el exmandatario mencionó en
una rueda de prensa que estaban “armados hasta los dientes”.
Un oscuro episodio en la historia del México
contemporáneo, en donde la impunidad, la negligencia y la lucha contra el narco
le arrebataron la vida a dos civiles inocentes que se encontraban en el momento
y lugar equivocados y que, a día de hoy, su caso no ha sido resuelto por las
autoridades correspondientes después de 10 años de lo sucedido. Pido justicia
por los familiares y que se castigue a los culpables de este homicidio.

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