LUNA

Por: Carlos Ceron

Luna

Hay veces que me da miedo cerrar los ojos,
me marca el fin de horas, minutos y segundos en los que admire tanta belleza;
ver flores, ver luz, ver gente caminando feliz porque está viva y este tipo de cosas las llenas de alegría, en cambio a mi, me encanta la oscuridad, no porqué es lúgubre, no porqué se siente fría, no porqué signifique soledad.

Si no, porqué hay algo que se destaca, que, aunque otros planetas disfrutan de más como tú, no son tú. Que en los momentos en los que no hay nada, tú siempre vas a ser el algo que llene ese infausto exuberante.

Que no te vea, no significa que no estés cerca de mi, que no te exhiba no significa que este avergonzado de ti, que no te toque, no significa que no te acaricie con mis ojos, eres mi luz de noche, eres mi cita nocturna, mi por venir al pasar las horas.

Que verte me llena de hermosura los ojos, que pasen los días y no te veas igual, no significa que lo hermosa va a pasar, quiero que al ser luna llena te pueda contemplar, que cuando seas nueva me vuelva a impresionar y cuando seas menguante, te pueda complementar.

Vivo y piso tierra, donde 385,000 km se me hacen centímetros y donde un cohete se me hace muy vano para ir a visitarte, yo floto en mis sueños, orbitándote miles de momentos y luego volver a mi realidad en donde debo volver a esperar esas horas para que volvamos a platicar.

Donde hasta tus imperfecciones sean perfectas, donde un eclipse aminora las horas para verte y verte brillar, a costas del sol y que las leyendas que dicen que eres una diosa yo ya crea que son realidad, no hay alguien que no te conozca, pero no hay alguien que quiera que más reluzcas, que yo, luna.