Por: Kathia
Y ahà estaba ella, la más hermosa flor que he visto. Era
tan tierna y algo graciosa. Era un girasol, ese amarillo reflejaba tanta
alegrÃa que le gustaba dar a los que le rodeaban, era feliz siendo asÃ. Todos
la cuidaban, la querÃan por ser ella misma, por ser sincera.
Pero ella solo buscaba al sol, solo tenÃa ojos para él… oh
su dulce y amado sol que se encontraba en lo alto, siempre lindo con todas las
plantas y flores del jardÃn. Halagaba mucho al girasol, le decÃa cosas tan
lindas que, sin pensarlo, el girasol se enamoró del sol. Al llegar la noche,
solo se la pasaba pensando en lo que le dirÃa, observando el pasto. Sus ojos se
cerraban para dormir, pensando en por fin decirle lo cual importante es para
ella.
Al dÃa siguiente tenÃa una sonrisa tan linda y sincera,
estaba lista para ver a su lindo sol… su único sol, pero vio como le hablaba y
miraba aquella rosa, que era más atractiva que ella, llevaba ese color rojo intenso,
lo que parecÃa opacar el amarillo de aquel pequeño girasol. Miraba en silencio
como ambos se reÃan y sonreÃan, ella solo esperaba el poder hablarle, solo
querÃa tener un momento, una oportunidad de estar solos; solo él y ella, pero
ya no podÃa hablar con el sol, le daba pena pedirle salir con ella y que él
dijera que no o tal vez tenÃa miedo de que prefiriera a aquella rosa, como
todos los humanos, asà que simplemente calló aquellos sentimientos.
"Te puedo amar como el girasol ama al sol"
La chica de overol con una blusa amarilla, solo suspiro de
solo mirar aquellos bellos mensajes de aquel chico. Le daba miedo como aquel
girasol, pero le gustarÃa tanto el decirle cuanto lo quiere con pequeñas y
significativas cosas, realmente le interesaba aquel chico, solo se la pasaba
las noches escribiendo o pintado con sus acuarelas esos dibujos que habÃa hecho
gracias a su inspiración, estaba tan agradecida de haber conocido al chico que
ahora parecÃa vivir en su mente.

No hay comentarios:
Publicar un comentario