Por: Debanhi Soto.
Han pasado 34 años desde que un terremoto magnitud 8.1 impactó México; han pasado 2 años desde que otro terremoto de 7.1 golpeó. Dos catástrofes que, aunque no seguidas pusieron a prueba la fraternidad y solidaridad de los mexicanos, y el día de hoy.
El día de hoy es un día de sentimientos encontrados para la patria: pensamos con dolor a aquellos hermanos mexicanos que perdimos, miramos con esperanza el futuro que construimos después de la adversidad, recordamos con una sonrisa agridulce a los rescatistas y a todos los que enviaron su apoyo y sentimos una punzada de enojo al pensar en todas las personas que asaltaron camiones de ayuda.
México es un país fuerte, es un país que necesita más que un terremoto, un huracán o un mal gobierno para ser destruido, pues la fuerza de México no está en su gobierno o en su naturaleza o en sus edificios. La fuerza de México está en su gente, tan tenaz, tan valiente y con un espíritu tan fuerte que es casi indestructible.
Catástrofes seguirán ocurriendo, momentos amargos seguirá habiendo y cada uno de ellos en vez de debilitarnos solamente nos hará más fuerte. Está en la filosofía básica del mexicano, el buscar cómo sacarle el lado bueno a la situación, buscar cómo volverse más fuerte. Una de las canciones más representativas de la cultura mexicana dice "canta y no llores", el mundo entero se conmovió cuando vio a un grupo de rescatistas entonar esta canción en su labor durante el terremoto de 2017.
¿Por qué?
Porque ese grupo de hombres y mujeres valientes demostró qué era ser mexicano y cómo construir en el desastre.
Hoy es un día de recuerdos tristes es cierto, pero hoy también es día de celebrar la solidaridad mexicana y ese espíritu que nos permite construir aún después de la peor catástrofe. ¡Viva México! ¡Vivan los mexicanos!
El día de hoy es un día de sentimientos encontrados para la patria: pensamos con dolor a aquellos hermanos mexicanos que perdimos, miramos con esperanza el futuro que construimos después de la adversidad, recordamos con una sonrisa agridulce a los rescatistas y a todos los que enviaron su apoyo y sentimos una punzada de enojo al pensar en todas las personas que asaltaron camiones de ayuda.
México es un país fuerte, es un país que necesita más que un terremoto, un huracán o un mal gobierno para ser destruido, pues la fuerza de México no está en su gobierno o en su naturaleza o en sus edificios. La fuerza de México está en su gente, tan tenaz, tan valiente y con un espíritu tan fuerte que es casi indestructible.
Catástrofes seguirán ocurriendo, momentos amargos seguirá habiendo y cada uno de ellos en vez de debilitarnos solamente nos hará más fuerte. Está en la filosofía básica del mexicano, el buscar cómo sacarle el lado bueno a la situación, buscar cómo volverse más fuerte. Una de las canciones más representativas de la cultura mexicana dice "canta y no llores", el mundo entero se conmovió cuando vio a un grupo de rescatistas entonar esta canción en su labor durante el terremoto de 2017.
¿Por qué?
Porque ese grupo de hombres y mujeres valientes demostró qué era ser mexicano y cómo construir en el desastre.
Hoy es un día de recuerdos tristes es cierto, pero hoy también es día de celebrar la solidaridad mexicana y ese espíritu que nos permite construir aún después de la peor catástrofe. ¡Viva México! ¡Vivan los mexicanos!

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