Por: Anónim0
Deje que me comieras,
Pedazo por pedazo,
Deje que me abrazaras y te colocaras
Dentro, muy dentro de mÃ.
Destruyéndolo todo,
Cubriéndolo todo.
Rompiendo tejidos,
Descomponiendo sistemas,
Afectando organismos.
Te adheriste a mi como si bien fuéramos los mejores amigos
del mundo.
Y yo deje que lo hicieras,
solo porque el mundo me aterraba,
tal vez un (mucho).
Cada evento,
Cada despedida,
Cada actividad
Era una oportunidad perfecta para ti.
Para que te presentaras,
Con un gran cartel,
Como quien fuese a declararse en la salida.
Y yo trataba de evitarte;
De darte la vuelta,
De ir por otra salida,
De decirle a mis amigos que te dijeran que ya no estaba,
que ya habÃa partido.
Pero nunca es tan fácil,
¿Qué en esta jodida vida lo es?
Te presentas en mi casa,
Justo cuando no hay un alma,
Es decir.
Ni siquiera la mÃa,
Te sientas a mi lado en el gran sillón roÃdo en el que
estoy,
Y me observas,
me observas por un largo tiempo…
Y mientras yo estoy en un mundo de fantasÃas en el cual no
estoy incluida,
Pero ¡oh Dios!, cuanto darÃa por estarlo.
Tú te acercas lentamente,
Sin que yo lo note.
Subes por mis piernas, y llegas y lo invades todo,
hasta estar muy cerca de mi corazón.
Entonces ahà es cuando me doy cuenta de tu presencia.
Y me lastimo,
Y me agobio,
Y lloro.
Y grito.
Y luego…. sueño.
Y en ese mundo no estás tú, tú no existes, y tú no eres mi
amiga…ni mi nada.

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