Por: Dev Gámez
Ojos color miel,
que no ven
la mirada perdida en él.
Con un café tan peculiar,
que siempre
lo hace brillar.
Se perdía en la imagen,
ignorando el
hermoso paisaje.
Dejando de lado
la realidad,
pues le gustaba mucho
soñar.
Ese dulce café
con miel, que me
mantenía despierta.
Hoy sólo me es amargo.
Gracias a eso,
abro mis ojos
y, veo la ilusión
causada en vano.
Sólo era un simple
amor que,
me haría daño.
Pues, yo sólo
me encargaba
de convertir en
arte, todos
sus desastres.
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