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Por: Andrea Valentina
Hemos escuchado hablar de los términos "extrema derecha" y "extrema izquierda" y de cómo nuestros allegados la mayoría del tiempo es uno o el otro, pero ¿realmente funciona ser uno de los dos bandos?
Estas ideologías políticas nacen, sin querer, a partir de la Revolución Francesa, cuando los partidarios del veto absoluto se situaron a la derecha y los que se sujetaban a un veto más suave (o nulo) se situaron en la izquierda de la Asamblea Nacional. Entendiendo que la izquierda siempre será la oposición a lo que rige la mayoría de los países, ser conservadores.
Hablar de valores tradicionales y exclusión en una sola frase es un poco contradictorio, la ultra derecha busca meter su religión, creencias y hasta racismo en el país que tocan. Es un modelo que al no ser tan extremo, puede funcionar bien en un país, ojo, al no ser tan extremo.
En cuanto a la extrema izquierda, hay muchos conceptos, muchas ideologías y muchas maneras de emplearlo, lo que sí es seguro es que es un modelo tan radical en cuanto a lo social, político y económico que muchas veces no funciona.
Esta ideología tiene como base una distribución equitativa del dinero y empresas, dejando entender su total oposición al capitalismo. Esta ideología va de la mano con el marxismo y comunismo, aunque se trate de negarlo.
Claro que hay países que no emplean estas dos ideologías anteriores, sí no que emplean el capitalismo, dejando entender que tienen ideas socialistas, con enfoque capitalista, y la mayoría de los países socialistas que han triunfado es por tener esta idea en cuanto a la izquierda. Lamentablemente, ya no sería extrema izquierda, ya que si empleamos el extremo, llevamos a la destrucción total.
Los modelos económicos de este lado de la política varían dependiendo de la persona que toma el control, aunque el capitalismo, liberalismo e imperialismo son uno de los más escuchados.
Si bien, considerando y teniendo claro que significan cada uno de ellos, ¿por qué hay gente extremista en cuánto a ellos? Posiblemente se deba a los libros críticos impartidos durante más de dos siglos, a los estudios a fondo en cuanto a qué modelo triunfa más que el otro o el simple hecho de tener una ideología muy arraigada.
Los países potencias no incrementan un extremo o el otro, se van más hacia el centro con inclinación a uno o al otro, ya que ellos entienden que uno no vive si no está el otro, que se complementan y funcionan de acuerdo a la sociedad donde se aplique esto.
Ser extremistas nos lleva a la destrucción, pero entender cada modelo, cada sociedad y cada mente, es entender que no todos somos iguales y que no a todos nos va bien con la izquierda o con la derecha.
jueves, 13 de septiembre de 2018
Al Texto: ¿De qué nos sirve ser extremistas?
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