Con el pasar de los episodios, vemos como los Baudelaire tratan de huir del Conde, y al mismo tiempo, se va desvelando una trama de espÃas y agentes secretos. Nada es lo que parece y siempre hay que tener los ojos bien abiertos.
El diseño de producción es sobresaliente, en todo momento logran situarte en lugares tan fascinantes como diferentes. Los edificios, los vestuarios, las ciudades; todo encaja a la perfección con la historia que se está contando, y logran sumergiste más en la ficción.

Hay actuaciones buenas, pero la que destaca entre todas es la de Neil Patrick Harris, quien interpreta a un Conde Olaf, malvado y carismático por igual. Las actuaciones de los hermanos no destacan en particular, sin embargo, no por ello son malas.
La serie está basada en los trece libros, escritos por Daniel Handler. Se adaptan los primeros cuatro libros y siempre trata de ser muy fiel a su material fuente, con los debidos cambios para su cambio de formato.
La serie es recomendable para todos los públicos, pero probablemente los más pequeños puedan llegar a cansarse por su desarrollo pausado, pero eso sÃ, nunca llegar a ser tediosa de ver, gracias a una trama llena de sorpresas.
Niños, jóvenes, adultos; quien quiera que sea el espectador final, se encontrará con un producto de calidad, como ya nos tiene acostumbrados Netflix con sus producciones originales.
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