Todos en la vida hemos tenido que lidiar con personas que tienen el carácter muy fuerte y difícil de tratar. Y si aún no conoces a alguna persona con estas características, muy probablemente en el futuro vayas a frecuentar a alguien así. En ocasiones, estas personas nos han hecho enojar por algo que nos dijeron o nos hicieron, pero la forma de arreglar este enojo, depende totalmente de cómo reaccionemos ante él. El enojo provoca la amargura, es por eso que a continuación te presentamos 7 maneras de controlar tu enojo, para que así, no seas un amargado.
1.- Actuar desde nuestra lógica

Si alguien es muy amargada y enojona, y se desquita contigo, te grita o te insulta, tú no tienes por qué reaccionar de la misma manera. Lo mejor es actuar desde nuestra lógica o de manera contraria al enojo, porque sólo así será el fin de la guerra, porque en vez de continuar una discusión sin sentido, la finalizamos, porque ya no le damos un argumento válido a la otra persona para continuar discutiendo.
2.- No llevar tus problemas a todos lados

Si tienes problemas, no los traslades a donde vayas. Si te va mal en la escuela, no te desquites con tu mamá. No tienes por qué destrozarte el alma enfocándote en lo que no va bien en tu vida. Concéntrate en aquello que te hace sentir bien.
3.- Escuchar música

La música clásica es muy relajante, algunos podrían pensar que es aburrida y está bien, en gustos se rompen géneros; el fin aquí es que escuches música que te relaje o haga bailar y cantar, eso hará que cambies tu estado de ánimo y que tus sentimientos negativos desaparezcan.
4.- Dormir

Cuando todo vaya mal, vete a dormir, es lo mejor que puedes hacer. Tal cual lo dice la canción de Emmanuel “quiero dormir cansado, para no pensar en ti”, digo, por algo se hacen estas canciones.
5.- Distrae tu mente

Mantén tu mente ocupada y utiliza tu imaginación para leer algún libro, escribir un diario o crear lo que tú quieras. Algo que te recomiendo son las mandalas, son libros para colorear que motivan tu relajación.
6.- No prestarle atención a lo que no lo merece

Personas que somos muy sensibles ante lo que nos pasa, tendemos a enfocarnos en lo que nos ha hecho sentir mal, pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que eso no sirve de nada. Porque mientras más atención le prestas a lo que no deberías, más poder e importancia le das. Aquellas palabras que no nos gusta escuchar, no hay que darles poder, ni hacerlas inquilinas en nuestra mente.
7.- Agradecer

Cuando pienses que todo vaya mal, recuerda las veces en las que has sufrido y pudiste salir adelante. Y si en ocasiones anteriores así fue, entonces ¿por qué no tendría que ser de la misma manera ahora?
Los invito a que no sean amargados porque el que se enoja pierde, y el que se amarga la vida, será infeliz por siempre.
Deja de buscar razones para ser infeliz, enfócate en las cosas que tienes, lo afortunado que has sido y en las miles de razones por las que deberías ser muy feliz.
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