Por: Evelyn Rosales
Y quieres vestirte igual a esas chicas, que los vestidos y las faldas
se peguen a tu cuerpo como al de ellas,
pero oh, chiquilla, tú no eres asÃ.
¿Es que no te das cuenta de que aún con tus jeans desgastados
y esa blusa favorita acaparas miradas?
Llevas luz a cualquier lugar que pises.
Tus ojos de un café básico brillan cuando cuentas tu recuerdo favorito.
Tu cabello un poco alborotado, lo enredas detrás de tu oreja
Y tu sonrisa llega a ser tan grande que tus ojos se achican.
Esa sonrisa que ocultaste durante tu adolescencia por miedo,
hoy está siendo revelada junto a una carcajada.
No te compares con ellas, chiquilla.
Por favor deja de hacerlo.
No te les acercas ni un poco.
Porque ellas son bonitas.
Pero, tú eres PRECIOSA.

No hay comentarios:
Publicar un comentario