Por: Eduardo López.
Entre caminos espinosos
buscando bellos rosales
te conocà a ti.
Ahà estabas tú, siempre bella,
siempre fresca, como rosa.
Recién florecida, tan única.
Como una rosa blanca.
Tan pura como ni una,
tan bella que, hasta ellas
te envidian, tan única.
Nada se compara contigo,
y, es que eres ese abrigo
que le hace falta a mi camino.
Eres el balance que le hace falta a mi vida,
eres como el sol para las rosas,
como el agua que las hidrata
y las hace ver más bellas.
Eres como un atardecer en el mar.
Asà de especial eres.
Eres mi sol, eres mi todo.
Eres
mi rosa de los vientos, eso eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario