Por: Pedro
Martínez
Cada
nuevo año trae consigo muchas ilusiones y esperanzas para todas las personas
alrededor del mundo, pues se siente como otra oportunidad para empezar de
nuevo, con distintos objetivos a alcanzar para en general convertirnos en
mejores personas. Sin embargo, a menudo esas metas que nos establecemos se van
quedando en el camino, creando un circulo de decepciones e incluso a llegarnos
a frustrar.
Está bien pensar que nada es
imposible, pero en mi opinión ese muchas veces es el problema .No es raro decir
cada año que definitivamente este será el “bueno”, pues seremos diferentes, y
esa “diferencia” se logrará mediante el cumplimiento de nuestros propósitos,
pero ¿qué es lo que pasa?, que nos dejamos llevar por tratar de establecer
objetivos que de lograrlos representarían una tarea titánica y aun si son o no
de manera gradual, no llegamos a tener en mente nuestras limitaciones que se
van haciendo evidentes con los intentos y cada vez uno va retrasando más y más
esa meta hasta que sin darse cuenta terminamos por desatenderla.
Si representamos esto de manera estadística te
darás cuenta que es muy común que esto último suceda, el bajar de peso o
cualquier aspecto relacionado con la salud suele ser de los propósitos que la
mayoría nos hacemos, esto según varias encuestas y estudios estadísticos
realizados por departamentos de prestigio tanto en México como en otras partes
del mundo, mismos que señalan que tan solo aproximadamente 4 de cada 10
mexicanos logran cumplir con sus propósitos de año nuevo, a gran escala esto
sería menos del 50% del total de la población mexicana.
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