
FOTO: Archivo EFE/SIPA PRESS
Hoy conmemoramos el nacimiento del gran escritor mexicano Octavio Paz.
Nació el 31 de marzo de 1914, en tiempos de la revolución. Fue un poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y gran impulsor de las letras mexicanas. Su influencia y gran intelecto, quedó reconocido en el premio Nobel de Literatura de 1990, siendo así el primer autor mexicano en obtener uno.
Su interés por la literatura se mostró desde temprana edad, a lo que se le añade la influencia de su padre y su abuelo quienes también escribían. Paz, se adentró en la discusión artística, política y social del país, dejando sin duda en sus obras, un gran legado para nuestra cultura. Además, a pesar de la controversia de los buenos y malos juicios de sus acciones y palabras, nunca dejó de expresar sus ideales revolucionarios.
Octavio estudió en las facultades de Leyes y de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. Fue junto con Pablo Neruda y César Vallejo uno de los grandes poetas que lideraron la renovación de la lírica hispanoamericana del siglo XX.
Este personaje residió un tiempo fuera del país, siendo funcionario de la embajada mexicana en París y más tarde en la India. Cuando estuvo en México, fundó en 1955 el grupo poético y teatral Poesía en Voz alta, y después de esto inició sus colaboraciones en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado, donde defendió las posiciones del arte contemporáneo. Otros premios que obtuvo fueron el Premio Cervantes (1981) y el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1993).
La vasta producción de Octavio, se encuentra distinguida por los géneros: la lírica y el ensayo. Su poesía se inspiró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre, con lo que ésta llegó a ser de un carácter metafísico. Entre sus obras destacan la llamada Libertad bajo palabra (1949) la cual es un conjunto de varios libros escritos por él; el poema ¿Águila o Sol?, además de una extensa composición titulada Piedra de Sol que construyó a partir de los mitos aztecas del tiempo circular. También está el Laberinto de la Soledad el cual es un retrato personal en el espejo de la sociedad mexicana y El arco y la lira, en el que empleó su mayor esfuerzo.
A continuación, una frase de éste último libro:
“La poesía es conocimiento, es salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar el mundo”.
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