Aproximadamente diez mesas, ocho de ellas reservadas para libros (unos de primero a quinto semestre y otros de ámbito inclinado al ocio y la literatura), una para la venta de brazaletes para la bienvenida interna y una más para la mercancÃa de la Facultad; cubrÃan la explanada para los alumnos que buscaban libros de su interés de forma más económica y ¿por qué no? Más divertida, ya que según palabras de nuestra compañera Hassibe Morales, este tipo de eventos fomentan la convivencia del alumnado.
De acuerdo a varios de los asistentes, el hecho de que estudiantes de semestres superiores les ofrezcan sus libros es de gran utilidad, ya que muchos no se ven en la posibilidad de comprar los originales, además de que el ambiente y la interacción que hay en la facultad permite una sana convivencia.
Bien lo dice el dicho popular: La basura de unos es el tesoro de otros.
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